Y se acabó marzo.
Fue un mes en el cual estuve bastante ocupada. En el trabajo el final del primer trimestre del año significó mucho qué hacer y muchos pendientes, pero pude tomarme unos días para visitar a mis amigues en Berlín, pasear un ratito y comer rico. Para Pascua, fuimos a visitar a la familia de René y pasamos un fin de semana más o menos tranquilo.
La primavera llegó con mucha fuerza y las alergias estacionales no me dejan respirar a gusto, pero al menos ya tenemos más horas de sol. En invierno oscurece a las cuatro p.m., pero esta semana me di cuenta de que ya eran las seis p.m. y seguía siendo de día.
Lo que he pensado
Llevamos 180 días de genocidio en Palestina y, durante estos seis meses, hemos hablado de distintas formas de solidarizarse. Donando dinero a organizaciones de apoyo, ejerciendo presión sobre nuestros gobernantes y empresas involucradas, informándonos y aprendiendo sobre lo que está pasando, y alzando la voz cuando es posible.
Sin embargo, he estado pensando en otros aspectos de la solidaridad y en otras formas de hablar de Palestina. He estado pensando en cómo, en medio de tanta muerte, es necesario hablar vida. He estado pensando en lo importante que es celebrar la vida y la cultura de un pueblo que lleva décadas resistiendo opresión colonial.
En diciembre del 2023, la plataforma de alimentos a domicilio Uber Eats se vio en el centro de un escándalo por categorizar restaurantes palestinos y de comida levantina como restaurantes israelíes en Toronto. No es la primera vez que pasa, ni será la última. Aunque no nos detenemos a pensar en ello, aunque no parezca a simple vista, la cocina es una de las arenas políticas más grandes del mundo. Al igual que otras áreas de la vida, ha sido transformada y definida por el imperialismo, el colonialismo y el extractivismo. Y la cocina palestina no es diferente.
Una de las tantas formas de apreciar y celebrar una cultura, es a través de la comida. En los últimos meses, hemos tratado de comer en restaurantes levantinos y palestinos; esto es particularmente importante porque muchas de las personas que los operan tienen familia en Palestina, Líbano, Siria y otros lugares de la región que están siendo atacados, y requieren apoyo económico. También hemos visto y compartido a creadores de contenido como Hamada Shaqoura, quien antes hacía vlogs de comida y restaurantes en Gaza y ahora hace videos sobre los platillos que hace con lo que alcanza a rescatar de los paquetes de ayuda humanitaria. Esta semana cocinamos musajján (msakhan), un platillo de pollo con especias considerado el platillo nacional de Palestina, y usamos la receta de Hajar Larbah, que se encuentra en su blog, Moribyan.
Estuvo delicioso.
Lo que he leído
En marzo leí cuatro libros: Enseñando a transgredir: La educación como práctica de la libertad, de bell hooks; La biblioteca de la media noche, de Matt Haig; Contra el feminismo blanco, de Rafia Zakaria; y El duque y yo (Bridgerton #1), de Julia Quinn.
Actualmente, estoy leyendo El deseo de cambiar: hombres, masculinidad y amor, de bell hooks.
Y lo demás
También estoy haciendo la tradicional limpieza de primavera, sacando cosas viejas, tirando basura y limpiando ventanas, y estamos pensando en conseguir un gato, de esos que no dan tanta alergia, si mi piel, mis ojos y mis pulmones me lo permiten.
¿Ustedes qué han hecho? Cuéntenmelo todo.
Les deseo un lindo abril.
Por si te lo perdiste…
En el canal original de YouTube
De la nueva adaptación de Netflix, Avatar: La leyenda de Aang (Netflix), y de mis dos problemas principales con ella.
En el canal de libros
Los seis libros que más han impactado y definido cómo abordo mi feminismo.
Comentando el libro: La biblioteca de la media noche
Próximamente
En Paola también lee: Leyendo la saga Los Bridgerton.
En Paola NV: Las celebridades no van a salvarnos.